En un lugar de La Mancha, existe un pueblecito custodiado por molinos y gigantes. Todo aquel que lo visita se encuentra con estas grandes criaturas, que no dudan en saludarle, moviendo sus enormes aspas.
A este pueblecito de casas encaladas en blanco y azul, le acompaña una antigua leyenda. Una historia añeja que alguien debió contar y que hoy encontramos escrita a sus puertas.
Bienvenidos a Fuentelobueno. El pueblo de las cosas buenas. Donde lo bueno, une; y si une, será bueno.
Hoy queremos hacerte una ruta por sus calles, presentarte a todos sus paisanos y descubrirte los lugares con encanto que te esperan en estos lares quijotescos. ¿Nos acompañas a dar un paseo por Fuentelobueno, el pueblo de García Baquero?
Primera parada: el lugar donde se preparan las mejores tapas.
EL BAR DE ANTONIO es lo primero que nos encontramos en Fuentelobueno.
Aunque echa de menos su Galicia natal, Antonio supo que Fuentelobueno sería su hogar, en el mismo instante en el que su Seat Panda le llevó allí por error.
Antonio es un auténtico amante de la buena gastronomía y, por eso, ha querido difundir su sabiduría a todo aquel que visite su bar. ¿Y cómo? Te preguntarás. Poniendo las mejores tapas del lugar. No hay quién que rechace una tapa de buen queso en Fuentelobueno. Su favorito es el Semicurado y no nos extraña. Mucha gente se deja la cerveza y solo se come la tapa.
Segunda parada: el edificio donde nacen todos los festejos.
EL AYUNTAMIENTO es nuestra siguiente parada.
En él podemos encontrar a Don Domingo, el señor alcalde. Tanto él como su mujer velan por el bien de todos los ciudadanos de Fuentelobueno (y de su ocio, no se vaya a decir). Ya que no hay mes tranquilo en Fuentelobueno: en enero, la famosa Feria del Queso. En febrero, batalla de seguidillas. En marzo, un ‘mancheguín challenge’ para los más jóvenes. Y así hasta diciembre, donde tanto él como su mujer, forman parte del elenco del Belén viviente de Fuentelobueno.
No hay evento y festividad que no entre en este Ayuntamiento ¿Cuál será la siguiente experiencia que se traerán entre manos?
Parada de descanso: el lugar más fotografiado de Fuentelobueno.
Ya hemos llegado a LA PLAZA DEL PUEBLO
Probablemente, será el lugar que más verás entre las fotos de WhatsApp de los paisanos. La plaza es el lugar más transitado y donde acaba la ronda de Miguel y Paco, los guardianes de la ley de Fuentelobueno.
Nadie conoce mejor el pueblo que esta pareja, y no es hablar por hablar, ellos salen a patrullar cada mañana, tarde y noche, sin faltar. Ya sea el diluvio del siglo o la final de un partido de copa. Lo dicho, Miguel y Paco velan por la seguridad de todos los ciudadanos, y junto al alcalde, son los mejores guías turísticos de Fuentelobueno. No hay quien se pierda sus rutas, ¿por qué? Te volverás a preguntar. Ellos conocen todos los secretos (y chismes) del pueblo (y de sus habitantes).
Tercera parada: el lugar donde se vende todo lo bueno.
LA TIENDA DE ULTRAMARINOS, un lugar auténticamente vintage.
Aquí encontramos a Manolo, el maestro Quesero de Fuentelobueno. Nadie como él sabe distinguir los mejores quesos. Con solo tocarlos, mecerlos y sopesarlos, es capaz de adivinar cuál es el queso perfecto para ti. ¡Y si quieres comprobarlo, adelante, no mentimos!
También es habitual encontrar a su sobrina, Lucía. Es la experta catadora de queso de toda la comarca. Tanto, tanto, tanto, que su tío siempre bromea con el hijo que crece en su barriga. “Cuando nazca ese bebé, vendrá con un García Baquero 12 meses bajo el brazo”. Cómo es, este maestro.
Cuarta parada: el edificio con más historia de Fuentelobueno.
LA PARROQUIA de Don Damián.
Nadie mejor que Don Damián para preparar el picoteo de los domingos. Él se encarga de juntar a todo el pueblo para celebrar el día festivo con pan, vino y queso Ya cortado García Baquero. Vamos, un edén de manjares para todos los paladares. En definitiva, si necesitas a alguien para contar tus confidencias, puedes confiar en Don Damián y así ni Miguel y Paco conseguirán enterarse.
Nadie como Manolo, el Maestro Quesero, sabe distinguir los mejores quesos, aquí en Fuentelobueno
Parada verde: en Fuentelobueno nos preocupamos por el medioambiente.
Llegamos al final de LA CALLE MAYOR.
A simple vista puede no parecer un lugar muy especial, pero si miras hacia la derecha, sí en esa parcela del final, verás el huerto de Mauri, el chico más ecofriendly de Fuentelobueno.
Ahí planta y cultiva los tomates más rojizos, las lechugas más verdes y calabazas más anaranjadas, incluso más que su propio pelo. Si tienes dudas sobre temas de bien medioambiental, ya sabes a quien preguntar.
Mauri podría describirse como un hípster de pueblo, aunque la mayoría de los habitantes no saben muy bien lo que significa. Pero, eso da igual, porque lo que no se puede negar es que es el chico más natural y sostenible de Fuentelobueno.
Última parada, (también verde): el lugar más natural de Fuentelobueno.
Y nos queda lo mejor, el lugar de la buena tierra, EL PRADO.
El Prado de Fuentelobueno tiene dos únicos protagonistas, Abelino y su rebaño. Pero, Abelino no es un pastor nada convencional. Es un auténtico poeta, un artista mañoso, le podríamos llamar. Famoso por recitar sonetos y romances en el pastizal.
No hay nadie mejor él para cuidar a su rebaño, a Margarita, Paquita, Rosario y a las demás. Le gusta mimar a todas por igual y, por esa razón, solo a su cargo, Fuentelobueno recibe la mejor leche de ovejas de pasto.
¡Ya sabes! Si quieres conocer la naturaleza más artesana, fresca y auténtica de Fuentelobueno, nadie mejor que Abelino para enseñarte TODO LO BUENO. ¡Hasta la próxima visita!